lunes, 14 de noviembre de 2016

Liga 2016/17, Jornada 5: ...y gracias

Si somos resultadistas, adelante, estupendo; pero si vamos más allá de la simple victoria, ojito. En un partido como este, nos cogen los dos que nos superan en la clasificación, y nos hacen un roto. Este toque de atención va dirigido a vosotros, los que os vestís de corto, porque me consta que al míster le preocupa el nivel que estamos dando en algunos partidos, o fases de ellos. Chicos, con la clase, el nombre o los puntos previos no se gana, así que, poneos las pilas porque podéis hacerlo mejor. En unas semanas, comienza lo serio. Tan convencido estoy de vuestra valía, que me encantaría que me lo echaseis en cara cuando acabe la primera vuelta.


Esta es una crónica un tanto agria, no ya por el flojo partido que vimos, sino por las circunstancias que nos tocó sufrir fuera. A algunos, simplemente, consiguieron amargarnos la mañana. En ocasiones como esta te das cuenta de lo ruin que puede resultar el ser humano. Que intenten hacer cumplir unas normas inexistentes es de locos, pero que se ceben con unos padres que sólo van a ver el partido de sus hijos, es de ser mala gente. En fin, que en su conciencia, alguna, lleve su penitencia. Vamos a lo verdaderamente importante.


De nuevo visita al ´campo maldito´. No hay manera, sea por lo que sea, no se nos da bien. Y mira que el comienzo fue prometedor. La primera fue una jugada hilvanada, de toque, que no acabó en gol de pura casualidad; Isma no pudo llevar a la red una preciosa combinación entre Jose y Marcos. Lástima. Como tampoco pudo aprovechar un mano a mano que se marchó rozando el palo casi a renglón seguido. Pero poco a poco, el partido se fue espesando. Para que alguno que no lo viese se haga a la idea, la trama del partido era igualita a la de esas películas de Antena 3 en la sobremesa del fin de semana, un auténtico sopor.


Con el lío del exterior, reconozco que me perdí el primer tanto. Mi amigo Tere acudía al rescate para contarme que Marcos se había plantado sólo ante el guardameta, y tras dribralo, conducía suavemente la pelotita hasta la red. 0-1. Así como no pude ver nuestro gol, tampoco el empate. No había pasado ni un minuto cuando, la zaga se dormía y los portadores de tan llamativa indumentaria, hacían a igualada. Empezaba un nuevo encuentro con veintitrés minutos menos.


Casi hasta el descanso poco o nada que echarse a los ojos, pero el último minuto iba a merecer la pena. Qué golazo se cascó Iván; adelantando su posición, robó, condujo, templó y culminó. Preciosa jugada individual para irnos a vestuarios en ventaja... ja, ja, ja. No es el eco, sino la risa desesperada de un fallo propio de chupetines que propició el 2-2 en una acción que simplemente, no debería haber sucedido. Me comentaba Miguel (David), que Jose (Diego), le había dicho hace unos días que vamos haciendo mejores a cuantos nos enfrentamos. Totalmente de acuerdo.


El caso es que arrancábamos una segunda mitad con cierto canguelo. Que eramos mejores que ellos era evidente, pero con eso no bastaba. Había que marcar pronto para ahuyentar viejos fantasmas. Lo logramos gracias a un enorme pase al hueco de Jose al que, la fe de Marcos por alcanzarlo, dio sus frutos; la carrera y la fortuna en el rechace quisieron hacernos acreedores del tercer tanto. Pintaba de nuevo bien la cosa, pero no había que confiarse.


De haber tenido un poquito más de acierto de cara a portería, no se habrían pasado los minutos de congoja al final. Cierto es que el rival no apretó demasiado, pero temíamos que en alguna jugada aislada pudiese llegar el empate. Enumerando las claras, pero clarísimas que tuvimos, me vienen a la memoria una de Sergio Pérez y otras dos de su tocayo en la banda diestra. Nuestros chicos, y nosotros tras la valla, nos llevábamos las manos a la cabeza por las ocasiones marradas. El crono se iba acercando al minuto setenta con la guillotina asomando en cualquier despiste.


En los últimos compases, sólo una brava arrancada de Javi casi nos quita el sufrimiento de los corazones. Su carrera en pos del balón ya la firmaría el mismísimo Bruno Hortelano, pero le faltó medio metrito para culminarla con el gol. No haría falta afortunadamente. Al final se ganó con más agobios de los esperados. Modesto (Marcos) se congratulaba de haber quitado el gafe al campo. La primera vez que lo visitaba y esfumaba el cenizo. Pero insisto, chavales (que sé que muchos leéis las crónicas) no os quedéis en los triunfos y creed en el trabajo. Con vuestro esfuerzo y nuestro ánimo, conseguiréis lo que os propongáis.



2 comentarios:

  1. Una crónica acertadísima, como siempre. La verdad es que ayer hubo una única protagonista del partido. Era mujer y era empleada de las instalaciones (y amargada de la vida). En fin, al final me voy a creer que el campo donde jugamos ayer esta gafado. Aunque no debemos echar la culpa al gafe del campo, sino quizás a la relajación involuntaria de los chicos.

    Esto es fútbol Jesús, si hubieran entrado la mitad de las ocasiones que tuvimos, se hubiera ganado por 2-7, pero la bola no entró. Hay que aprender... pero los partidos pasan y los equipos grandes están a punto de llegar... Seguro que los chicos y el gran trabajo de los entrenadores, hacen que estos partidos los recordemos con una sonrisa al final del campeonato.

    Chapeau por la crónica, y chapeau por esas MAGNÍFICAS FOTOS!!!

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  2. Sí si hay que ponerse la pila, y llevar una cámara más pequeña, de lujo jajaja

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