Móstoles URJC 'I' - 3; C.D. Dani Bouzas - 2
7-Feb-2015 / 12.00h Iker Casillas (Móstoles)
Goles: 1-1 Ale (24´); 2-1 Jose (30´); 3-2 Manu (64´)
No hacía más que preguntarle a Manolo cuánto quedaba. No había fluidez en el juego, y los minutos iban cayendo casi como segundos. Arriba ya jugábamos hasta con cuatro futbolistas, pero nadie era capaz de cazar la jugada salvadora. Con el tiempo cumplido, Luisete la tuvo, pero no llegó a meter la puntera...todos nos echábamos las manos a la cabeza. Volaban dos puntos. el colegiado miraba su reloj, y a nadie le hubiese extrañado que hubiese pitado el final. Pero quedaba la última, la últimísima diría yo. Todos arriba, buscando el milagro. Y el milagro se llamaba esta vez Manuel. Para redondear su partido colosal, nuestro central enganchaba un tirazo desde unos veiticinco metros que suponía la gloria. Abrazos y risas nerviosas por doquier, hasta casi el llanto. Otro episodio inolvidable en una temporada de ensueño. Sé que soy un pesado pero...¡gracias de nuevo chicos!.
Siempre he pensado que en los partidos de fútbol debería haber un desfibrilador a mano. Propongo hacer una colecta para comprar uno, pero no para los niños, sino para los sufridos corazones de algunos padres. Un día nos va a dar algo, lo digo en serio. Pasaban casi cuatro minutos del tiempo reglamentario, nos dejábamos un buen jirón del ascenso; todos cabizbajos en la grada, pero cuando Los Artistas están sobre el césped, apostar por ellos es hacerlo a caballo ganador. Alejandro lucha la penúltima bola, el equipo está volcado, y aparece el bravo de Manu...desde lejos la pega con la diestra según viene, la pega con el alma...el esférico coge altura, se aproxima a la portería y aunque el guardameta llega a tocarla con las yemas, la pelota acaba entrado en la portería ¡¡¡GOL!!! Qué emoción y qué euforia desatada. Seguimos en la pomada aun a riesgo de debilitar nuestra salud.
Mucho frío pero no tanto como el de la semana pasada. Salvo Pablo, el resto de la plantilla estaba disponible para iniciar la segunda vuelta. Se salió con el siguiente once y estos fueron los cambios posteriores:
Volvíamos a citarnos con un rival al que ya goleamos; se podía prever un partido asequible, pero en diferentes tramos se fue complicando tanto, que casi tornó a pesadilla. Estoy seguro que si no hubiesen marrado las oportunidades iniciales, hubiese sido más sencillo. La primera estuvo en botas de Samuel, que tras realizar una buena jugada personal, no definió de igual manera. Poco después, un Ale que jugaba como referencia en punta, tampoco pudo alojar la pelota en la red tras un buen centro de Gabriel. La combinación, dominio y ocasiones no se traducía en goles. Algo que sí lograrían ellos en un saque de esquina que más pareció una máquina de pinball. 0-1. Había que remontar otra vez.
Lejos de arredrase, los chicos volvieron a atacar su portería. Primero la tuvo David Catalín tras una jugada personal de Alejandro, pero el empate acabaría cayendo en la jugada quizá con menos merito de todo el primer tiempo. Ale peinaba un córner y un defensa acababa de introducir el balón en la jaula. La fortuna nos devolvía en pocos minutos lo que nos había penalizado apenas hace unos instantes.
Los nuestros no se conformaban con una igualada insuficiente. Gabriel anduvo cerca de ponernos por delante pero tras enganchar la moto y dispara a puerta, se encontró con la estirada del portero, y Jose, con todo a favor en el rechace, la mandó por encima del larguero. Poco después se iba a redimir cruzando el esférico perfectamente tras una buena acción de David II que asistió al hijo del míster para que anotase. El 2-1 ponía punto final a una buena primera parte, pero que dejaba todo abierto para la segunda.
Había que remachar los tres puntos. Y los chavales salieron gustándose...lástima que no acompañase el acierto cara a puerta. Primero la tuvo el propio David Catalín, con una preciosa jugada individual por la zurda. Luego, una triangulación en la que también participó junto con Jose y Ale a punto estuvo de convertirse en el tercero. Poco después, Javi y Gabriel hicieron de las suyas por el carril diestro, y aunque la jugada acabó en gol, el árbitro lo anuló pensando que el rubio se había ayudado de la mano. Hay que decir que pareció por el gesto que hizo y que pudo inducir a error a un chaval que pitó estupendamente, ya era hora de encontrar un colegiado en condiciones.
Total, que por unas cosas y otras no rematábamos la faena. Ellos peleaban cada balón, y jugando a la contra, nos sorprendieron con un lanzamiento en largo entre los centrales. Otra vez empatados. Por llegadas y ocasiones era injusto, pero podría haber sido peor. Diego, algo nervioso, falló al intentar despejar la pelota y su delantero metió la puntera...menos mal que la bola se marchó rozando el poste. Había nervios. Nervios y ansiedad. Empatar no entraba dentro de los planes. Un resultado así no dejaba ya margen de error para todo lo que resta.
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