Después de la que ya podemos considerar como clasica velada navideña en Fuensalida, donde acudieron la mayoría de Los Artistas, estaba por ver si los excesos podrían pagarse en el encuentro del domingo. Al barrio de Loranca acudian dieciséis fenómenos con la idea de igualar al Lugo Fuenlabrada y distanciar más al Rayo 13.
Bastaron apenas unos minutos para ver quien tendría todas las papeletas para llevarse el partido. Dominio sí, pero llegadas pocas por no decir ninguna a reseñar. Alguno comentaba en la grada que había que probar a su portero con algún chut lejano, porque no acabábamos de filtrar ningún pase bueno para nuestros delanteros o extremos. El camino al gol se hacía cuesta arriba, hasta que nos medio-regalaron una ocasión en un pase atrás defectuoso que aprovechó a la perfección Sergio Pérez con su zurda para hacer el 0-1.
El plan parecía salir a la perfección, aunque lo cierto es que no había demasiada chispa en el equipo; casi se podría decir que existía un puntito de indolencia. Viéndonos por delante en el marcador, y el nivel del oponente, los nuestros se imbuyeron en el espíritu de estas fechas y también quisieron participar en el intecambio de obsequios. Una mala salida de Diego, y un toque-toque absurdo en la frontal del área con un mal despeje de Manu, nos hacían ir a remolque con dos goles en contra inverosímiles. Sin prepotencia alguna, se puede asegurar que esos goles no fueron mérito suyo, sino demérito propio.
Aunque Jose marró casi a renglón seguido un mano a mano que hubiese supuesto el empate, lo que se veía sobre el césped era algo así como la parte contratante de la primera parte de los hermanos Marx, una situación que tendría mucha gracia, si los protagonistas no hubiésemos sido nosotros, claro. Algo tenía que cambiar para revertir una situación tan anómala como inesperada.
Mini revolución tras el paso por vestuarios. Tres cambios que se unían al realizado justo antes del descanso para revitalizar a un alicaído grupo al verse por detrás de forma sorpresiva. Sea por los futbolistas de refresco, la reprimenda del tiempo muerto, el ver que perdían el tren del co-liderato o porque estaban heridos en su orgullo, el cambio de actitud fue rotundo. Los chicos salieron decididos a revertir la situación cuanto antes. El arreón encerró a los anaranjados en su campo. se mascaba el empate y en el cuarenta llegó; Bolo, que se había sumado al ataque, remachaba un barullo tras un saque de esquina para enviarlo a la red. La maquinaria azul era ya imparable.
Tan lanzados estaban nuestros leones que Ismael la tuvo un minuto después; su carrera y picadita se estrelló contra el palo y luego Gabriel, desequilibrado, no pudo empujarla a la red. El ´9´, en mi opinión, revolucionó al equipo que se contagió del positivismo de nuestro delantero. Y el que la sigue la consigue. El propio Isma iba a luchar por la diestra un balón que serviría al segundo palo donde, aparecía Marcos, cambiado de banda respecto a la primera parte para culminar la remontada. 2-3.
Me contaba mi hijo ya en casa que, Boliche estaba tan envalentonado, que iba a sustituir la vieja frase de 1920 pronunciada por Belauste de ¡A mí, Sabino, que los arrollo! por una mucho más vigente como ¡Cerrad vosotros que voy a por el hat-trick!. Da gusto ver que Boliche se va acercando poco a poco a la mejor versión de los que le hemos conocido, pero sobre todo, que vaya recuperando la confianza perdida. Aunque restaban veinte minutos, ya pocas ocasiones claras dispusimos. Eso sí, el control fue absoluto y la victoria nunca estuvo ni por asomo, cerca de verse amenazada. Se sellaban tres puntos vitales en busca del ascenso y porque no, como dicen los argentinos, para intentar campeonar.
Son "sólo" nueve partidos disputados, faltan dos tercios de campeonato y sobre todo, enfrentarse aún con los dos contrarios a priori, más complicados, pero si a todos nos piden firmar a principios de octubre estar en esta situación privilegiada, lo hubiésemos hecho con los ojos cerrados. Con esta dinámica y desde el pilar del trabajo, 2017 tiene que traernos muchas alegrías. Tan seguro y confiado estoy del buen puerto donde arribará este equipo que, si lográis el ascenso, éste que escribe cada fin de semana, os invita a comer al Burguer King o el Mc Donalds. Ahí os dejo el reto chavales. Animo y a por todas.
Sí, demasiado toque de balón atrás, por exceso de confianza fue lo que nos hizo pasarlo un poco mal pero de lujo 3 otos más.
ResponderEliminarTienes toda la razón Jesús, nos crecemos con los "grandes" y con ellos jugamos a nuestro fútbol. Pero otra vez mas, los artistas supieron reaccionar a tiempo y muy bien. Los cambios fueron como un balón de oxigeno al equipo, y las cosas empezaron a fluir. Un diez por ellos! Por cierto, hubo tres artistas que destacaron, pero uno de ellos, "Boliche"... se salió...
ResponderEliminarTres puntos muy ricos, y a esperar los dos platos fuertes para después de las Navidades!
P.D.: Fantásticas fotos Gema... Fantástica crónica Jesús...
Que agustito nos quedamos,cuando después de tener el corazón en la garganta vimos como remontaban los chicos ante la situación.
ResponderEliminarLes gusta hacerlo intenso pero.....por favor no tanto. Jijiji!!
Como siempre nos sorprenden y esta vez para bien.
Seguid así Artistas, luchadores y guerreros. Podéis con todo, si de verdad os creéis que podéis hacerlo.
Bravo por la crónica Jesús y Gemma, nuestra fotografa favorita.
El Clan Gómez
PD: Yo también me apunto al burguer:)
bueno despues de todo lo que cuenta es que estamos arriba un partido complicado son niños que no jugaban nada mas que al pelotazo con un balon del decimas viento y unas horas de jugar raras alguno sin comer se junto todo pero como bien dices después del descanso cambiaron todos de actitud y yo personalmente me quedo con eso
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