Desde hacía varias jornadas no se disponían de 16 futbolistas aptos para jugar, por lo que casi se puede decir que era un lujo tener donde elegir:
Como decía en el primer párrafo, el partido se iba a convertir en uno de los más flojillos. Pese a que enfrente estaba un equipo con chavales de segundo año, la superioridad de los nuestros era más que evidente, eso sí, salieron un tanto adormilados y hasta el gol de Boliche, poco había que destacar de lo que sucedía sobre el castigado césped del Andrés Torrejón.
El gol nació de un saque de esquina, algo que pudo adelantarse unos minutos, si Javi llega a empalar un esférico que acabó yéndose al limbo. Pero a la segunda, el hijo pródigo de Fuensalida, acabaría anotando el 1-0 para poner esa pose de torero desgarbao que tanto nos gusta ver. Se encarrilaba un encuentro que no iba a mejorar en demasía.
Jugando al tran-tran bastaba. Los verdiblancos lo intentaban sin demasiada convicción, y el crono parecía no avanzar. La lesión muscular de Marcos era lo poco reseñable, afortunadamente no fue grave, y dió paso a un Kike que hizo lo estéticamente más destacable de toda la primera parte; el '15' bailó sobre una baldosa y se fue como agua entre los dedos de un par de marcadores. Pero al margen de eso, poco más.
Atisbando la media hora, iba a llegar el segundo. Ya había ganas de que Alberto consiguiera su primer gol de la temporada; cómo no, una falta directa fue propicia para que su diestra-cañón cogiese portería y poco pudiera hacer su improvisado guardameta. El segundo parecía finiquitar definitivamente el duelo, pero una falta inexistente por una mano involuntaria, puso el picante a un partido sin chispa. Todavía podían suceder cosas en el segundo acto.
Más de un minuto estuvieron tocando de lado a lado los Artistas en la reanudación, pero a JuanMaurinho no le gustó demasiado... "¡venga hombre, no aburráis!", espetó a los muchachos, y en esta ocasión no le faltaba razón. Era una circulación estéril que no conducía a nada, pero es que el rival, pese a estar cerca en el marcador, no tenía intención alguna de apretar. Los minutos se hacían lentos, el fútbol no fluía.
Ni siquiera los cambios dieron un aire nuevo al equipo, que se conformaba viviendo plácidamente de las rentas. Sucedía que nada sucedía. Tan sólo una jugada que se auto-fabricó Isma era lo poquito rescatable. Nada ni nadie parecía querer alterar el 2-1.
A falta de diez minutos para el silbatazo final, una enmarañada jugada en la que Vega despejó y Alejandro peinó, iba a ser suficiente para que Kike se plantase en solitario ante su portero y lo batiese con la puntera para hacer el tercer y definitivo tanto.
No hubo brillo pero sí eficacia. Poco más se puede contar de una sosa mañana de fútbol que no puede deslucir el global de una magnífica temporada. En apenas unos días nos enfrentamos al colista y salvo debacle, seremos terceros. Pero yo sé que para tí, que estás leyendo esto, nuestros fenómenos han sido los primeros.
La has clavado Jesús. Muy buena crónica y fotos. Y efectivamente, yo que estoy leyendo esto, para mi SON LOS PRIMEROS!!! sin lugar a dudas.
ResponderEliminar