¡Qué diferencia respecto hace unos días! Aceptamos que no era el rival más fuerte, pero se dieron dos claves para no repetir el revés de la semana pasada: adelantarnos pronto en el marcador y tener paciencia para jugar al fútbol, pese a jugar en un campo casi impracticable y que a priori, nos perjudicaba. ¿Cuál de la dos es la más importante? Tan difícil como saber qué fue primero, si la gallina o el huevo. Así que cada uno decida o extraiga sus propias conclusiones. Una goleada que puede ser bálsamo moral para los siguientes compromisos.
Dos de dos. No falla. Cada vez que jugamos fuera luce un sol impresionante, pero en casa toca lluvia, o lo que es lo mismo, fútbol-acuático. Confiemos en que la meteorología nos respete en el futuro y lo que es más importante, que para el curso que viene el ayuntamiento cambie este infame tapete que quieren hacernos pasar por césped. Mejor vamos al partido.
No llegaron a cumplirse ni tres minutos cuando Vega abría la lata, reflejo del dominio local. Un control que sólo se vio alterado instantes después, con un par de acercamientos de los de negro que pusieron un puntito de incertidumbre al partido. Nada que temer, pronto se restablecería la lógica. Isma en el ocho y Marcos en el nueve tras botar un córner que tocó en un defensa, despachaban a un rival que bajó definitivamente los brazos con el 3-0.
La diferencia era tan clara que algunos querían hacer la guerra por su cuenta en busca del gol, pero en el último tramo se retornó a la senda buena, la del juego colectivo, que suele dar más réditos. El todoterreno de Vega iba a anotar otro más y Kike cerraba la primera mitad coronando su siempre titánico esfuerzo con el quinto y sexto en una tarde, que se apagaba lumínicamente hablando.
Entre los cambios estaba el del delantero centro. Sergio Pérez saltó con tantas ganas que anotaría también un triplete. Me alegro mucho por el chaval, que por unas razones u otras, no ha tenido oportunidad de disputar muchos minutos en este inicio. Entre sus goles cabe destacar el segundo, donde se lanzó con bravura al suelo para rebañar un balón que parecía perderse. A todo esto, pudimos deleitarnos con la mejor versión de Ale. Qué gusto da verle así, atreviéndose incluso a hacer una ruleta al estilo Zidane en la que le regaló el gol a Iván, que marcaba desde su novedosa posición de extremo zocato.
Mientras tanto, Diego se quedaba más helao que el resto de sus compañeros. Aburrido, sin apenas trabajo, buscaba con la mirada la banda hasta no resistirse a preguntar cuanto quedaba para acabar con la prematura ducha. Antes de darse la buena, la calentita, pudimos ver unos cuantos goles más hasta completar los que caben en un cartón de huevos.
Muchos goles a pesar de como estaba el verde, un ole para los artistas, de lujo
ResponderEliminarPese a las condiciones atmosféricas, que bonito lo hicieron.
ResponderEliminarSaliendo desde el principio con ganas.
Bravo chicos.
El Clan Gómez
La lección bien aprendida. La vida es el 10% de lo que nos ocurre y el 90% de como se reacciona a ello, y los chavales han sabido reaccionar, como auténticos campeones, en un campo impracticable y con una lluvia insoportable. Muy bien chicos! Ahora no bajéis la guardia y ganéis o perdáis, jugar como sólo vosotros sabéis... los éxitos vendrán solos...
ResponderEliminarJesús y Gema, magistrales, como siempre!