domingo, 27 de noviembre de 2016
Liga 2016/17, Jornada 7: Una mañana para olvidar
Poco importa lo que sucede en un campo de fútbol cuando la tragedia se presenta a una decena de metros. Ninguno conocíamos a quien se dejó la vida en la maldita carretera, pero eso es lo de menos. Tres accidentes casi consecutivos, deslucieron aún más una gris mañana en la que los chicos, en menor o mayor medida, acusaron la fatalidad. Podríamos hablar de lo inconscientes y morbosos que fueron algunos en el lugar del luctuoso hecho, pero prefiero quedarme con quien quiso ayudar de corazón. O de la inexplicable tardanza de quienes debían auxiliar con carácter de urgencia una verdadera emergencia, que parecen estar solo para, con perdón, gilipolleces como ver si unos padres sacan fotos o no a sus hijos y amigos. Este es un blog de fútbol y enseguida vamos con ello, pero no me quería resistir a criticar lo sucedido, aunque este blog no tenga alcance alguno. D.E.P.
La mañana comenzaba bien. Vía whatsapp nos enterábamos del tropiezo del líder, así que, si cumplíamos con nuestra parte, podíamos igualarles en la cabeza y remendar el traspiés de la tercera jornada. Con bajas más que significativas (Ale, Diego e Iván) tocaba medir fuerzas contra uno de los de abajo, de esos con los que tienes mucho más que perder que ganar. No sé por qué pero no me daba buena espina, solemos mostrar la mejor cara contra rivales que exigen más o simplemente, tienen más "nombre".
Según vimos calentar a los de verde y blanco, una sensación de temor recorría nuestros cuerpos... qué chavales tan grandes. Pero debía haber truco. ¿Cómo era posible que unos tiarrones así llevasen cero puntos? Pronto salió a relucir que la altura y corpulencia no tienen que llevarse bien con la calidad. Bastaron cuatro minutos de control absoluto para que Kike, con algo de fortuna al llevarse un rebote y pegarla medio mordida, consiguiese adelantarnos en el marcador. Daba la sensación de que iba a ser poco menos que un paseo.
Pero entonces sucedió lo que contaba en el primer párrafo. El ambiente se enrareció. Tanto, que hasta el delegado del club se acercó a la zona para pedir calma a la gente, pues estaba afectando a los niños sobre el verde. Se jugaba como se respiraba, con nerviosismo, intranquilizad, zozobra... pese a seguir dominando, ellos empezaban a acercarse algo hasta los dominios de un debutante Manuel bajo palos, que sacó de puños un golpe franco directo. Lo cierto es que el bravo de Manu estuvo seguro y atento, salvo en una falta de entendimiento con el bolo que casi nos cuesta un disgusto.
Mientras los accidentes de tráfico se sucedían fuera, acertamos de cara a portería otra vez. Fue quizá la mejor jugada combinativa trenzada por nuestros chicos; la acción nació de Alejandro que surtíó un gran pase en largo para Kike, que, en vez de ser egoista, tuvo la virtud de ver a su amigo Sergio Pérez que marcaba con suspense el segundo, ya que el balón tocaba en la base del palo antes de superar la línea. Un 0-2 que sabía a gloria y que conducía a los vestuarios para intentar tranquilizar los ánimos de todos los allí presentes.
Tras el descanso se siguió dominando. Pocas cosas cambiaban salvo la actitud de un chulesco árbitro que quería su cuota de protagonismo. Ya en el tiempo de asueto, según me enteré después, estuvo a punto de no dejar vestirse de corto a Ismael, Aitor, Sergio Pérez y Alejandro por no tener fotografía en las fotocopias del libro de familia. Poco a poco empezó su particular show como señalar un inexistente fuera de juego de Javi cuando enfilaba sólo la portería. Pese al espectáculo del chupa-silbatos, los de azul continuaban en la búsqueda de cazar un tercero que finiquitase definitivamente el encuentro.
Alberto en un par de faltas tuvo la posibilidad de acabar con una incertidumbre que no dejaba de rondar El Arroyo, pero cuando tenía que lanzar directo la ponía al corazón del área y al revés, al menos así lo veíamos desde fuera. Vega casi empala desde fuera un balón a la red, pero la pelota se fue fuera... y en una jugada aislada, ellos conseguían marcar de un disparo cruzado en el que nada pudo hacer nuestro improvisado guardameta. Restaban veinte minutos con el acongoje de que, en cualquier momento. nos podían empatar, no por juego, sino porque se empezaban a creer matagigantes, o matapequeños si hablamos de físico.
Lejos de entrar en pánico, nuestros figuras se echaron al monte para conseguir otro tanto. Con Vélez sosteniendo al equipo en en el centro del campo, gozamos de hasta tres ocasiones muy claras no quisieron entrar... en buena parte por un par de paradones de su cancerbero a un cabezazo de Dani Vega primero, y un tiro de Isma después, que tenían claro marchamo de gol; incluso Boliche casi sofoca la amenaza de rebelíon en un chut a bocajarro que sacó la zaga local como pudo. Pese a la estrechez del marcador, hay que decir que ellos no pusieron en aprietos en el último tramo nuestra guarida, y los tres puntos, más que merecidamente, se venían para Móstoles.
No fue ni mucho menos un buen partido, me atrevo a decir que se jugó hasta tirando a mal, pero dadas las circunstancias, aceptamos pulpo como animal de compañía. En una semana llega la primera prueba de fuego. Espero, confío y deseo que nuestros leones van a dar su mejor versión ante equipos con más entidad. No me dejéis mal chicos.
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Este partido fue para olvidar tanto lo que paso dentro como fuera del césped. La verdad es que yo saco dos cosas positivas... una los tres puntos, y la otra que estamos aprendiendo a sufrir (con final feliz), aunque no se quien sufre mas, si los chicos o los padres.
ResponderEliminarJesús, una crónica acertadísima otra vez... y Gema, las fotos son de Pulitzer... Enhorabuena a los dos!
Es inevitable pensar en lo sucedido durante el partido, todavía tenemos el cuerpo revuelto y sobre todo porque como comentamos,si se hubiese actuado antes esto se podría haber evitado?
ResponderEliminarComo bien dices, se reflejo en el campo, bastante que los chicos siguieron dando lo mejor pese a la tensión y nerviosismo vividos y que desde fuera se trasmitia al campo.
De nuevo felicitar a Los Artistas, por no dejarse intimidar ante el físico de algunos componentes del contrario.
Gracias Jesus y Gema, siempre, por todo lo que hacéis.
El Clan Gómez
No sabia que casi no de deja salir a los que presentaron el libro de familia sin foto joder, bueno de lujo pese al black saturday
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