Hasta Valdemoro hubo que desplazarse para asistir a un nuevo capítulo de Los Artistas. Ataviados de rojo, por similitud de colores, la luminosa mañana otoñal invitaba a jugar al fútbol. Todo era casi idílico, pero fue ver el campo y era para echarse a llorar. Una pequeña ratonera, no tanto estrecha sino corta, con un césped casi tan malo como el nuestro... pero había que jugar, y ganar. Los que muestra el gráfico de abajo se disponían a hacerlo
Algunos ya tuvimos la oportunidad de ver a nuestro rival la semana pasada, y hombre, sin faltar al respeto y esas cosas que se suelen decir, no daban la sensación de que pudieran poner en muchos aprietos a los nuestros. Bastaron sólo tres minutos para que Kike abriese la lata; en una de sus típicas acciones por banda, esta vez permutando ala con Marcos, hacía el 0-1. Se preveía plácido. Pero lo que no esperábamos es que fuese hasta aburrido. Como no presionábamos su salida de balón, ni siquiera en tres cuartos de cancha, ellos jugaban un poco a placer, eso sí, hasta la mitad de campo, porque de ahí no pasaban.
Se tuvieron un par de claras ocasiones para aumentar la renta, en especial una de Kike, pero no fue hasta casi el minuto veinte cuando se lograría el segundo; el germen fue una arrancada racial a las que nos va acostumbrando Vélez, que sirvió al espacio a nuestro ´11´y éste a su vez a su socio y amigo Sergio que no tuvo más que empujarla a la red. Lo que el Dios Futbol le negó hace apenas una semana, ahora se lo devolvía con merecimiento.
Lo bueno era el resultado. Porque el juego no aparecía por ningún lado. Sólo balonazos en largo, poca elaboración, nula presión. Si los de celeste hacían una cosa bien era tirar el fuera de juego, y nos cazaron una y otra vez. Así que, hasta el descanso, pese a que no pasamos apuro alguno, fue un pequeño infierno futbolístico en la tierra, casi tanto como ver a Benzemá arrastrándose por los campos.
El paso por vestuarios cambió un poco la táctica. Ahora se apostaba por no dejarles salir tan cómodamente jugando desde atrás. Pero con algunos jugadores algo cansados ya, el achique no se hacía coordinadamente. Fueron nuestros minutos más flojos, porque a esto se le juntaron un par de pérdidas que pudieron ocasionar algún disgusto. De repente comprobamos que Manu estaba en la portería, y aunque no tuvo que realizar grandes intervenciones, ahora sí que debía estar atento a esféricos colgados que antes brillaban por su ausencia. Precisamente, tras uno de ellos nació nuestro tercer gol; saque en largo que pilla algo adelantada a su zaga, Kike que la caza en la izquierda, su golpeo se topa con la base del palo y por allí aparece muy atento Sergio para enviarla a la red. Antes del partido le dije que iba a meter dos... se cumplió la profecía de este Nostradamus de todo a 100.
Ahora sí que estaba cerrado el partido. Empezaban los cambios. Mientras, Marcos se llevaba las manos a la cabeza lamentándose, pues tuvo en su bota derecha el cuarto. El encuentro se volvía un tanto caótico y observábamos la primera intervención de mérito de nuestro guardameta, a lo que hubo que sumar otra acción en la que, entre él y Gabriel salvaron su tanto de la honra, ese que nunca llegó. Lo que sí apareció fue el torbellino de Aitor, que revolucionó y dio aire fresco al ataque. De una de sus carreras nacería el cuarto, obra de Kike, al que el rubio regaló generosamente. Qué gusto volver a ver las cabalgadas del pequeñajo por la banda.
Al que también le vino bien el golito fue a Jose. El ´10´ no está atravesando su mejor momento, por eso seguro que recuperar sensaciones será sinónimo de confiar en sus posibilidades. Justo antes de ser sustituido aprovechó otra internada de Aitor por la diestra para poner lejos del alcance del portero el quinto de la mañana. Necesitamos a máximo nivel la zurda de Pepito, como lo llama el iletrado colchonero de su tío.
Ya para redondear la media docena, cuando el reloj tocaba a su fin, una bola que lucharon como jabatos Edu y Javi, facilitó el zambombazo de Jhork a las mallas. Es de elogiar el pundonor que le echa el chaval cada vez que salta al campo, además de llevar un envidiable ratio de goles marcados por minutos jugados.
Antes de echar el telón a esta crónica, me gustaría destacar la presencia en el partido de Pitu, Lavado y Alonso. Unos por lesión y otros por decisión del míster, no entraron en la convocatoria, pero no dudaron en acercarse hasta el desplazamiento más lejano de esta temporada para estar al lado de sus compañeros, y que éstos notasen su aliento. Que a nadie se le olvide que la clave de este grupo debe ser la piña, y que los 21 piñones que la forman son todos importantes, cada uno de ellos a su manera. Juntos somos más fuertes ¡Vamos equipo!
PD. Detallazo de Edu padre y Edu hijo que trajeron una caja enorme de croissants al finalizar el partido. Los chavales los devoraron tras el esfuerzo, estaban muy buenos... doy fe
Otra victoria! !!!
ResponderEliminarBravo Artistas, sin bajar la guardia, así llegareis alto.
Formando esa piña que describe Jesús siempre en las crónicas, tanto dentro como fuera del campo.
El Clan Gómez
Muy buena crónica y si captastes con una instantanea los croissants, de lujo jajaja
ResponderEliminarBuena crónica Jesús. Seguimos triunfando y eso nos gusta.
ResponderEliminarOtra victoria y la portería a cero...un partido un poco toston para mi gusto pero tres puntitos. Los de la "porra" ir pagando al Sr Velez la mariscada q yo voy de testigo. Q acertar un 0-6 no es nada fácil .
ResponderEliminarJesús, fantástica crónica. Efectivamente no fue uno de los mejores partidos pero se ganó con solvencia y sin sufrió mucho. Son una piña dentro y fuera, y eso es lo mas importante. Un 10 para ti como siempre.
ResponderEliminarPD: Tienes razón Tere, como ya quedamos me tienes que acompañar de testigo a la marisquería Moreno. Tienes que dar fe de dos cosas, una que se cumple la apuesta, y dos la calidad del marisco (ambas están unidas).