domingo, 26 de noviembre de 2017

Liga 2017/18, jornada 7: Green saturday

Hacía semanas que este partido estaba marcado en rojo en el calendario. La importancia de este tipo de enfrentamientos, con rivales directos, son fundamentales. Al final resultó ser un sábado de verde esperanza, como se titula está crónica, en contraposición al bombardéo continuo del black friday que hemos tenido esta semana. En todo este batiburrillo de colores, resaltó el del azul del infantil ´A´ del Móstoles C.F., que pese a portar equipación bermeja por obligación, impuso el sentimiento y el corazón añil que late dentro de todos los que ayer demostraron ser un verdadero Equipo con mayúsculas.


Apenas unos centenares de metros de desplazamiento hubo que hacer para enfrentarnos a nuestro vecino. Buenos recuerdos de un campo que no hace mucho fue el nuestro. Vieja pero sana rivalidad ante un conjunto al que sólo aventajábamos en tres puntos. Dieciséis gladiadores sobre el césped para darlo todo, y un puñado fuera para animar a sus compañeros. No podíamos fallar.


¡Qué enchufados salimos de inicio! Sin ningún género de dudas, se hicieron rotundamente los mejores minutos de todo el curso. Presión, velocidad, anticipación, compromiso colectivo... y así un montón de cosas positivas. Todas las que se quieran destacar, salvo acierto de cara a portería. Las tuvimos de todas las clases y maneras para habernos puesto, sin exagerar, con un 0-4. En el primer minuto un tiro cruzado de Marcos; poco después el larguero les libró del balón bombeado por Kike. Al ratito, otra vez Marcos no acertó, esta vez en el mano a mano. Rondábamos el gol, pero no acababa de asomar el premio gordo.


En la segunda falta algo lejana de la que dispusimos, Vélez tomó la responsabilidad de ejecutarla. El balón despegó cual tomahawk tierra-aire y se estrelló en la red. Precioso y más que merecido gol para Javi, que ya lo había intentado con ahínco en partidos pretéritos, pero que aguardaba estrenarse con un tanto de solera ante un rival importante. Todos nos alegramos mucho por aquel apocado chaval que llegó hace apenas un año al grupo, y ahora es una pieza fundamental de Los Artistas.


Como decía la cancioncilla esa que sonaba no hace mucho, que no pare la fiesta; los aguerridos hombrecitos de rojo no se conformaban con el solitario tanto. Otra vez el dueto Marcos-Kike anduvo cerca de la diana; rozando uno la escuadra, y otro la cepa del palo, dejaron en el limbo aumentar un marcador cortísimo para los méritos que se estaban dando sobre el césped. César y un servidor comentábamos que, ójala no hubiese que lamentar tanta ocasión marrada, porque ellos ni atravesaban el centro del campo.


Al final, la archiconocida máxima esa de que, quien perdona en deporte lo acaba pagando, se acabaría por cumplir. Se habían rebasado con creces los primeros veinte minutos, y en su primera llegada, un providencial Lavado (qué gran encuentro hizo el el chico) llegó al cruce para sofocar el intento de rebelión. Pero se estaba mascando la tragedia; en dos rechaces, dos malditas jugadas aisladas, volteaban el resultado sin merecimiento alguno. El pobre Manu no tuvo culpa alguna en ninguno, bastante es que le echó un par de cataplines para ponerse bajo los palos... vamos a dejar en que el tema de los porteros durante esta semana se podría haber gestionado de una forma francamente mejorable.


El caso es que estábamos 2-1 abajo, y lo peor, en estado de shock porque nadie podía creerse que eso fuese así. Lo mejor era que llegase el descanso, aclarar ideas, olvidar lo sucedido e intentar revertir cuanto antes un resultado tan engañoso como por desgracia, real.


Menos mal que el re-inicio iba a traer buenas nuevas pronto. Recuperando un balón en el centro del campo y poniéndolo en largo para que Sergio lo prolongase, entre Kike y Gabriel enjaularon a uno de sus centrales que se despistó, queriendo sacarlo jugado por el centro, pero por allí apareció el ´11´ para hacer el empate. Gol de listo, de pillo de patio de colegio. Comenzaba un nuevo encuentro con más de media hora por delante


Esta segunda parte se convertía por momentos en un campo de minas. Nuestros chavales del centro del campo se multiplicaban para barrer y elaborar juego a partes iguales. Ya quisiéramos todos los ciudadanos que, los inquilinos de la Carrera de San Jerónimo, trabajasen la mitad de lo que lo hicieron los de rojo. Sobre el césped había mucha, pero que mucha emoción. Los locales seguían aplicando lo que hicieron durante los setenta minutos, que sonase la flauta, mientras que los nuestros seguían gozando de las oportunidades más claras.


Tanta insistencia tenía que fructificar. Marquitos volvió a currar en la zona ancha, puso una pelota en largo para Kike, y éste, de manera prodigiosa y sin ponerse una pizca nervioso, encaró a su guardameta, lo dribó y sorteó la llegada in extremis de un zaguero. Por menos sacan a Talavante por la puerta grande de Las Ventas o le dan el MVP a Lebron James, no digo más. Dedo índice señalando a alguien en la grada como recoge la preciosa instantánea de abajo.


El 2-3 se quedaba corto si comparamos méritos, pero al menos compensaba el mejor comportamiento futbolistico de los nuestros. Pudieron llegar más; aunque parezca mentira, el propio Kike tuvo otra que a punto estuvo de entrar...  o si el tiquismiquis del árbitro, que señalaba el más mínimo contacto, se hubiese atrevido a pitar penalty en un clarísimo agarrón delante de sus narices sobre Edu mientras que se lanzaba una falta sobre su área.


El comportamiento de los nuestros fue ejemplar. Basten los ejemplos de Sergio que se retiró lesionado en el soax al forzar persiguiendo una pelota, o el de Aarón, que luchó como un león durante el cuarto de hora que estuvo sobre el campo. De todos podría hablar, y de todos bien. Ahora toca descansar, hasta el 16 de diciembre no habrá más partidos oficiales. Dejamos a un lado los sobresaltos cardiacos, pero hay que seguir preparándose para encarar la segunda parte de esta primera vuelta, con la confianza de que hay mimbres para seguir fabricando el sueño de todos.



PD. Desde aquí agradecer a David el fisio que se acercase al campo para cuidar en especial de Manu y del resto de chavales. Como siempre, un tío grande como pocos. Y por supuesto a Gema, que felizmente, volvió a coger los bártulos de la cámara y nos dejó un buen puñado de fotos para el recuerdo.




4 comentarios:

  1. Bravo Artistas!!!!
    Gracias por demostrarnos una vez más de lo que sois capaces.
    Cuando se sale con esas ganas y con la seguridad que os caracteriza.
    Ese es el camino, siempre fuertes y guerreros.

    El Clan Gómez

    P.D. Jesús muchas gracias por hacer que de nuevo se nos acelere el pulso con tus palabras.
    Y gracias Gemma por volver a estar ahí.����

    ResponderEliminar
  2. Estupenda crónica como siempre y las fotos fantásticas, buenísimas.

    ResponderEliminar
  3. Me halagan vuestros comentarios. Por vuestros hijos lo que haga falta para eso estamos. Los protagonistas son ellos y desde luego están siendo los principales actores de esta gran película punto enhorabuena por tener los hijos que tenéis

    ResponderEliminar
  4. Fantástica crónica Jesús! Como dice el "clan Gómez", haces que se nos acelere el pulso cada vez que las leemos. Lo de estos niños es increíble. ¿He dicho niños? Quería decir "artistas"... Solo ellos son capaces de jugar como los ángeles e involucrarnos y hacernos disfrutar a los padres como nadie.
    Otra increíble remontada. Nunca un partido que habíamos tenido con ocasiones tan claras se nos había complicado tanto, y contra un rival de los importantes. Pero junto al ADN de los niños está esa fantástica frase... "nunca dejes de creer..." y es lo que han hecho, creer hasta el final, verse superiores hasta el final.
    Ole por ellos, ganen o pierdan son los mejores.

    PD: Jesús, estoy de acuerdo con Juanma. Esta es una de las mejores crónicas que he leído. Un 9,80 para tí, y por supuesto, un 10 para Gema por las fotos (ya te necesitábamos Gema, que Jesús el hombre, hacía lo que podía pero está a años luz de tus fotos ;)).

    ResponderEliminar