Móstoles Sur - 4 ; Ciudad de Móstoles - 3
(08/nov/2013)
Goles: 1-1 Gabriel 15´/ 2-2 Alejandro 18´/ 2-3 Jose 24´/ 3-4 Luis 34´
Quedémonos con lo positivo. Se ganó. Costó pero se ganó. La mayoría de los que vimos el partido coincidimos que no fue la mejor versión de Los Artistas, pero hasta el mejor escritor echa de vez en cuando un borrón. Ni mucho menos nuestro rival era mejor, pero el partido, como diría Miguel el conquense, se trapicheó casi de inicio, y hasta el final no varió. Lo importante es que los tres puntos están en la buchaca y seguimos compartiendo liderato, algo que a los chavales les carga las pilas de la positividad. Vamos, decididamente, a por la Liga municipal.
Con noche casi cerrada, pero sin la lluvia que amenazó durante todo el día, daba comienzo un encuentro que traía cambios en la habitual alineación inicial por diversos motivos. Diego como portero, flanqueado por David y Jorge en defensa, escoltados ambos por Alejandro, y arriba, Samu y Jose se repartían las bandas con Luis como referencia en punta. Salimos dominadores, aunque no expeditivos; poco a poco el choque se fue enredando...no encontrábamos el camino del gol y eso nos penalizaba. Samuel tuvo quizá la más clara mediado el primer tiempo, pero al final fueron ellos los que se adelantaron. Fue un churrazo, aunque valen tanto los goles bonitos como los afortunados. El partido se ponía cuesta arriba.
La reacción, felizmente, no tardaba en llegar. Gabriel remachaba a la red un chut de Jose que su portero no pudo retener. Pero la dinámica era negativa. Un minuto después llegaba su segundo en el enésimo bote alto que nos comíamos en defensa. La mejor noticia antes del descanso sería el empate de Alejandro, que con su garra lograba equilibrar un oscuro partido que salió torcido y más complicado de lo que algunos podían esperar.
Seguro que en el parón hubo regañina para los chicos. En general parecía que la cosa no iba con ellos, aunque la versión futbolística mejoró algo... por fin vimos triangular por primera vez a los niños, y el resultado tuvo premio. Alejandro robó, distribuyó a banda diestra para que Gabriel por velocidad se librase de su par y pusiera un centro preciso al hijo del míster que la alojó en la red. Qué gusto da ver cuando juegan así. Pero de nuevo el partido era un carrusel de emociones fuertes, y casi todas en nuestra contra. El empate a tres no tardó en llegar, otra vez en un fallo atrás. Su goles eran más resultado de nuestros fallos que sus virtudes, algo que habrá que ir corrigiendo.
El partido estaba en el alambre. Seguíamos siendo mejores y el fútbol nos tenía que premiar. Luisete, para celebrar anticipadamente su cumpleaños, volvía a aliarse con su compañero inseparable, el gol. Restaban poco más de cinco minutos y nuestros hijos se empeñaban en acelerarnos el corazón. Tocó ponerse el mono de trabajo, apuntalar el encuentro, algo que felizmente sucedió. Una nueva victoria. Tres de tres. Inmejorable en cuanto a los números pero no nos fiemos, tendremos muchas más piedras en el camino si queremos celebrar algo cuando acabe la temporada.
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