El ojo que todo lo ve (I)

Cada vez que acudimos a un partido de nuestros hijos, delante de nosotros se producen imágenes que todos vemos pero en las que no reparamos. Hoy se abre una sección con fotografías de Gema, Pablo y un servidor que pretenden sacaros una sonrisa, una mueca de asombro o que simplemente, valgan para reparar en pequeños detalles. Sin más os dejo con ellas...

Ojito al par de dos. En vez de estar pendientes de sus compañeros, en medio de un 

partido vuelven por momentos a ser chupetines...sin más comentarios

Se intuye el verde pero predomina el blanco. El campo del 

Arroyomolinos semi-helado a las ocho y media de la mañana

Y como hace frío, qué mejor que unas mantas. Eso sí, compradas con nuestro  dinero, 

porque si tenemos que esperar a que las ponga el club, los chavales de congelan...

...aunque siempre puede haber alguna desalmada, como la abuela de Alejandro, que

se las quite a los críos para entrar en calor...ehhh, espera, un momento... ese cigarro

y la barba le delata ¡Es un Gangul! Será somarro

Entre tanto, otros aprovechan para ponerse moraos. A Pablito lo mismo

le da la carcamusa, las tapitas de después de los partidos o las porras con 

las que nos surte a primera hora Tere. ¡Zampabollos!

Y mientras los nuestros se dejan la piel en el campo, los entendidos no paramos de 

darles instrucciones y correcciones. Menuda cuadrilla estamos hechos 

Y para acabar esta primera entrega, cualquier sitio es bueno para evacuar. Hasta 

para esto hay compañerismo y labor de de equipo... de tres en tres se hace mejor