Una pizca de esfuerzo, un par de cucharadas de fútbol y unas gotas de entusiasmo, fueron suficientes para que la receta de la goleada se materializase. No hubo clemencia con un rival que quiso tener cuentas pendientes desde el partido de ida, pero que tuvo que rendirse ante la evidencia de unos chavales, que sin bordarlo, fueron infinitamente superiores. Casi una decena de tantos, que como decía el anuncio del algodón, no engañan. Resta una jornada menos y seguimos en la pomada por el ascenso.
Con quince Artistas se completaba la convocatoria para rendir nueva visita a Fuenlabrada. Esquema habitual y todos enchufados para seguir la estela del líder que ganó de forma angustiosa (y hasta inmerecida) unos minutos antes sobre el mismo campo.
Apenas se habían consumido sesenta segundo cuando Kike iba a protagonizar el primer tanto; robo, zancada larga, zapatazo alto y cruzado... gol. 0-1 para situar las cosas claras de inicio. Todo se ponía de cara, y más se pudo poner si llegamos a aprovechar dos ocasiones pintiparadas para agrandar la brecha; la primera la tuvo Gabriel, que se había sumado al ataque tras una falta y marró cuando todos cantábamos el segundo. Pero si fue clara la del rubio, más aún la que tuvo Kike, que lanzó centrado un penalty cometido sobre el mismo ¿Acabaríamos pagando los errores? Pronto se vería que no.
El campo parecía volcado en la direccíon de nuestro ataque. Una y otra vez se percutía sobre una defensa amarilla que salvaba como podía los acercamientos de peligro. Era cuestión de tiempo ver más goles. Una falta botada por Vélez, iba a habilitar a Marcos, que con un toque sutil, batía a su portero. El germen del tercero iba a nacer también de una falta, que tocó en corto Alonso para Vega, y éste se sacó un zapatazo desde fuera del área imparable. Partido resuelto. Pero los nuestros no se conformaban sólo con tres.
Antes del descanso íbamos a disfrutar de la manita. El cuarto también fue obra de Marcos, muy batallador toda la mañana, que acertó a colocar a la segunda un buen envío de Jose. Y el que cerraría el primer periodo lo conseguiría Sergio Pérez, esta vez con el ´7´ de asistente, y nuestro delantero cumpliendo con su ya, habitual cita con el gol, fusilando al cancerbero. Pero antes de pasar por vestuarios, Diego nos regaló un paradón a tiro cruzado, que tenía más mérito si cabe, al estar casi en frío, pues no le había llegafo hasta entonces una sóla vez. Se cerraban así unos buenos treinta y cinco minutos.
Si los chicos empezaron enchufados en el primer acto, no iban a irle a la zaga en el segundo. Nada más empezar, Kike lanzaba una falta lateral, que se colaba por alto. No sabemos si quiso tirar o centrar, pero el caso es que el sexto estaba ya en la buchaca. Y justo antes de ser sustituido, nuestro pichichi anotaría su particular hat-trick tras un pase de la muerte de Marcos. Estaba resultando mucho más sencillo de lo que se preveía a priori.
Era tiempo de relevos, todos tenían que disfrutar del atracón de oportunidades y goles, aunque tendría que pasar un cuarto de hora para que llegase el octavo. Marcos también se unía a la fiesta del triplete tras un robo y pase de Boliche, que se alternaba en la posición con el goleador. Eso sí, previamente tenía que apartarse el flequillo de los ojos, pues el tupé apenas le dejaba ver con claridad por momentos.
Como decía, todos los de azul querían su trocito de gloria, y más de uno estuvo a punto de lograrlo. De no ser por el palo, Javi se hubiese llevado el suyo, lástima. Quien sí pudo lograrlo fue Isma, que demostró que no hay nadie que se pueda fabricar mejor una jugada que él; de nuevo Boliche anticipó, sirvió en largo para el ' 9' que aguantó una tarascada que hubiese tumbado a un elefante, pero que aguantó con un par, definiendo después a la perfección. Precioso tanto del que Gema captó el inicio.
La cuenta se detendría en ese 0-9, pero oportunidades hubo de sobra para redondear la decena. Alonso casi se estrena a pase del propio Isma, pero la mando alta cuando todo parecía propicio para su golito; Alberto también dispuso de un par de faltas para inaugurar su casillero particular, aunque se quedaron en el ¡uy! de la grada. Su goles llegarán en momentos más importantes, confío en que así será. Y hasta el hijo pródigo de Fuensalida pudo marcar, pero el larguero entorpeció su plan de improvisado ariete. Para quien también hubo su cachito de protagonismo fue para Manu, que no quiso ser menos que su homologo bajo palos, y evitó al final, con la ayuda de Vélez, el gol de la honrilla de los fuenlabreños, que dicho sea de paso, también lo merecieron por esfuerzo y por no demostrar las marrullerías de la ida, sino más bien una deportividad digna de elogio.
Y así concluyó este décimo noveno capítulo de una historia que tiene un sueño detrás, el sueño de subir de categoría. Muchos somo los que estamos estamos convencidos que se logrará, nuestros figuras demuestran su capacitación semana tras semana. Ese es el objetivo, pero se consiga o no, ya tienen toda nuestra admiración. Queda lo más difícil del camino, y junto a ellos vamos a recorrerlo.
Que buenos Jesús, la verdad que se disfruto mucho.
ResponderEliminarVer a Los Artistas brillar cómo de costumbre y aun mejor.
Se lo merecen y desde luego nos quedamos con la temporada que están haciendo todos y cada uno de ellos.
Enhorabuena chicos, sois unos guerreros.
El Clan Gómez
Gemma gracias por esas fotos.
Sí señor, vamos en busca de los de arriba para darles para el pelo, Juanma
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