Liga municipal, jornada 14: Cerca de la hazaña

Fecha: 15/02/2013

Resultado: Móstoles Sur - 3 ; Estoril ´A´- 5

Este es el nivel que esperamos siempre de Los Artistas. Nos gusta verles ganar, nos encanta de hecho, pero cuando eso no sucede, lo único que les pedimos es que se esfuercen. Ante el segundo clasificado, un equipo compuesto integramente por chavales de segundo año, lucharon siempre y anduvieron cerca de darles un buen susto. Encajar sus goles en momentos clave fue lo que nos penalizó e impidió sacar algo positivo. En cualquier caso, da la sensación de haber vuelto la alegría, y eso es quizá lo que más importa.

Diego-Aberto-David-Alejandro-Jose-Samuel-Luis. Ese fue el siete inicial elegido por la dupla de entrenadores y la cosa no pudo empezar mejor. Casi tras sacar de centro nos pusimos por delante; Ale enganchó una bola en el centro, avanzó unos metros y se sacó un zapatazo que dibújó una sonrisa entre la chavalería como demuestra la foto de arriba. Lástima que no supimos guardar como oro en paño ese tanto. Tan pronto como vino la ventaja se fue. El empate llegaría al instante y tocaba comenzar de nuevo. Su gol nos hizo pupa. En unos compases de cierto descontrol atrás, el Estoril nos marcaría un par de ellos más en diez minutos para borrar.

A pesar de ir dos abajo, los nuestros no se rendían. Lástima que no fuese la tarde de Luisete, que no anduvo tan hábil de cara a puerta como en otras ocasiones. Pero ante la ausencia de un ratón, apareció otro. En esta ocasión Gabriel cogería a bandera del gol y aprovechando su habitual rapidez, acortó distancias adelantándose al portero y un defensa y una jugada relámpago. Seguía habiendo partido. Aunque de nuevo una indecisión en la zaga lo volvería a poner cuesta arriba. Máxima eficiencia para ellos, cuantro tiros a puerta, cuatro goles, pero los nuestros no iban a bajar los brazos.

La segunda mitad comenzaría con la novedad de ver a Gabriel como referencia arriba. Creo que no es su posición, pero como mínimo está vez dejó mal a mi pensamiento y bien al míster. Otra vez el rubio sacaría rédito a su velocidad; robando un balón en medio campo y desbordando en carrera al gigantón de su par, definiría fenomenalmente junto al palo para meter de nuevo al equipo en el encuentro. Pero la historia volvería a repetirse, y en una falta que no blocó Diego la brecha volvió a abrirse. El 5-3 fue ya una mochila demasiada pesada. Ambos tuvimos oportunidades para alterar el marcador, pero ya no se movió más.

Se dio la cara y de qué manera. Estoy convencido de que si los que el viernes estuveron algo más flojetes llegan a rayar a su nivel, nos llevamos algo, incluso mayor que el empate. En un par de meses cerraremos contra ellos la liga municipal, sería un bonito colofón demostrar que los nuestros no se achican contra críos mayores y que a esto de la pelotita, saben y pueden jugar más y mejor.